Pequeños hoteles con encanto en ALSACIA

Los avatares de la historia y su situación fronteriza con Alemania han dado lugar a una región con una cultura y una tradición propias. Al noreste de Francia, su idioma autóctono, el alsaciano, es un dialecto vinculado al alemán.

Estrasburgo, capital de la región y sede del Parlamento Europeo, desde antiguo actúa como importante centro de comunicaciones fluvial y segundo puerto más importante del Rin. Su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, invita a callejear. No te pierdas el antiguo barrio de pescadores conocido como la Petite France, a orillas del rio. Fantásticos edificios históricos alojan pequeños hoteles de lujo.

Los paisajes de la campiña y la arquitectura tradicional alsaciana, con casas de entramados de madera y seductores colores, son de los que hacen soñar. Entre los pueblos emblema figura Colmar, célebre por su mercado navideño. O Eguisheim, con insólito trazado urbano en círculos concéntricos y calles empedradas.

Otro de sus grandes atractivos es el patrimonio vitivinícola. Cuenta con la célebre Ruta del Vino de Alsacia, a través de viñedos milenarios entre la llanura del Rin y los Ballons des Vosges, a lo largo de 170 kilómetros. Kayserberg, rodeado de viñedos o Turckheim son algunos de sus pintorescos pueblitos.