Pequeños hoteles con encanto en HIDRA

A esta pequeña isla griega en el mar Egeo se le conoce como “la reina de las islas del Sarónico” por su belleza y situación a las puertas del golfo del mismo nombre. Con una longitud máxima de 20 km, es de fácil acceso desde el puerto del Pireo de Atenas o el puerto de Nuplia, en la cercana península del Peloponeso. Sí asciendes al monte Eros, el punto más alto de la isla, le tomarás las hechuras a vista de pájaro. Con 55 km de costa, sus playas de aguas cristalinas y arena blanca hechizan y se alternan con acantilados.

La capital Hidra se despliega a modo de anfiteatro al fondo de una bahía que la protege. Destacan las casas nobles proyectadas por arquitectos italianos.

Pintorescas calles empedradas ascienden por la ladera. Desde el monasterio del Profeta Elías gozarás de una vista magnífica. Destino vacacional para los atenienses acomodados, también atrae artistas de todo el mundo que se acaban afincando allí.

En un paseo de una hora se llega al pequeño pueblo de pescadores de Kaminia. El relax está asegurado en esta isla que no permite el tráfico de vehículo privado, excepto para servicios y transporte público. Los taxis acuáticos y los burros son de uso habitual. Desde Hidra puedes hacer una escapada a la cercana y deshabitada isla de Dokos. El blanco y la luz presiden los hoteles con encanto de esta radiante isla.