Pequeños hoteles con encanto en AZORES

Estas nueve islas portuguesas en medio del Atlántico componen un espectacular paraíso de naturaleza flotante. A 1.400 km al oeste de Lisboa, la mayor, São Miguel, ofrece escenarios impresionantes como los del mirador de Boca do Inferno, o baños en piscinas naturales de roca volcánica, en Ferraria.

El origen volcánico del archipiélago se manifiesta en sus conos y cráteres. Como en la isla de Pico, con la montaña más alta de Portugal de 2.252 metros de alto. Sorprenden sus viñedos volcánicos, Patrimonio de la Humanidad. En el interior del cráter volcánico que originó la isla de Covo, yacen las magnéticas lagunas do Caldeirão.

La belleza del centro histórico de Angra do Heroísmo, en la isla Terceira, le ha valido ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El mirador de Rocha dos Bordões en la isla de Flores es otro hito espectacular. En Graciosa, calificada como el granero de las Azores, destacan los antiguos molinos de techo rojo. Faial es la isla para nadar junto a delfines. En São Jorge crecen las únicas almejas del archipiélago. Y Santa María brinda esplendidas playas.

A la deliciosa gastronomía autóctona, como la alcatra de Terceira o el cozido das caldeiras, hecho con el propio calor de la tierra, en Furnas, se suman hoteles con encanto en enclaves únicos.