Pequeños hoteles con encanto en DRESDEN

La majestuosidad de la capital del estado de Sajonia, al este de Alemania, deslumbra. Atesora años de historia, desde su fundación en el siglo XII. Aunque su florecimiento se produjo en el siglo XVI cuando Sajonia paso a ser uno de los Estados protestantes con mayor peso del Sacro Imperio Romano Germánico. Su gran esplendor lo alcanzó bajo el reinado de Federico Augusto en el siglo XVII, y se traduce en un legado barroco fastuoso.

El rio Elba surca la ciudad, de ahí que se la conozca como “la Florencia del Elba”. A una orilla se asienta el casco antiguo, Altstadt, y en la otra el Neustadt.

Distintos edificios de culto notables como la Frauenkirge o la Hofkirche quedaron destruidos tras la II Guerra Mundial. Su reconstrucción con total fidelidad los ha preservado. No pasa desapercibido el maravilloso mural de Fürstenzug. El “Mosaico del desfile de los príncipes”, de más de cien metros de longitud sobre una fachada del siglo XIX, representa la historia de la Casa de Wettin.

Semperoper es una de las mejores operas de Alemania. Aquí se estrenaron en el siglo XIX las obras de Wagner y Strauss. Merece una visita la Gemäldegalerie Alte Meister, en el antiguo palacio barroco Zwinger. Una pinacoteca con los grandes maestros de la pintura europea. Despuntan sus deliciosos pequeños hoteles de lujo clásico.