Pequeños hoteles con encanto en MENORCA

Mahón y Ciudadela marcan los puntos cardinales de esta maravillosa isla de las Baleares, cuyo nombre procede del latín minorca, es decir la menor respecto a su vecina Mallorca. La bahía de Mahón es uno de los mejores puertos naturales del mundo. No dejes de visitar la Fortaleza de la Mola, en la misma bahía.

El porte señorial de Ciudadela deslumbra por su arquitectura, con las plazas del Borne y la Esplanada como epicentro de la espectacular fiesta de San Juan con caballos, que se remonta al siglo XIV. En ambas localidades, o en pleno campo menorquín, encontrarás hoteles de ensueño instalados en edificios con historia.

Las calas de Menorca con sus aguas de un azul celeste cristalino son para disfrutar con los cinco sentidos. Turqueta o Macarella son solo algunas pistas para nadar en el Mediterráneo más idílico. Los pequeños pueblecitos con casas encaladas de blanco resultan cautivadores.

Para los caminantes empedernidos, el Camí de Cavalls es una ruta magnifica: con más de 200 km. rodea toda la isla y da acceso al mar. Otra opción es alquilar un barco y circundar Menorca fondeando en los puertos y calas. Su legado talayótico, las taulas y navetas te transportarán a la época prehistórica: Un gran museo al aire libre repartido por toda la geografía de la isla.