Pequeños hoteles con encanto en LANGUEDOC-ROUSSILLON

Al sur de Francia, la región se extiende desde los Pirineos hasta Nimes y, a modo de anfiteatro, se encara hacia el mar Mediterráneo. Su capital Montpellier es una ciudad vital con un notable legado medieval. Destaca también el arte románico en localidades como Béziers, Perpiñán o Narbona. Esta última con un canal de navegación único que le ha valido ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La escenográfica Carcasona es la mayor ciudad fortificada que puede encontrarse en Europa. En Nimes sobresalen los monumentos romanos. Entre los pueblos más bellos de la zona figura Saint-Guilhem-le-Désert, también Patrimonio de la Humanidad por su legado medieval.

La extensa franja costera incluye encantadores pueblos como Banyuls-sur-Mer. Al pie del macizo de las Alberas disfruta de mar y montaña y una tradición vitivinícola singular. Colliure, también en la Côte Vermeille, es una pequeña joya marinera, frecuentada por artistas y poetas.

En el interior destaca el macizo del Canigó con su recogida Abadía de San Martin, el sorprendente bosque de piedras en Circo de Mouréze, o las gargantas del Tarn y sus pueblos pintorescos. Font-Romeu se erige en la estación de esquí por excelencia de los Pirineos durante el invierno. Hoteles de ensueño ofrecen alojamiento tanto urbano como rural y en la costa.