Pequeños hoteles con encanto en CORFÚ

Muy próxima a la costa, al noroeste de Grecia en el mar Jónico, Corfú es una isla de fácil acceso plagada de encantos. A sus maravillosas playas se une un rico legado cultural fruto de su historia. Corfú, que estuvo bajo dominio veneciano, francés y británico, en el siglo XIX finalmente se uniría a Grecia.

Dos grandes fortalezas de origen veneciano y bizantino marcan los límites de la capital Corfú, pequeña ciudad en la costa este. Es una delicia pasear por las callejuelas del casco antiguo y sus plazas de ambiente veneciano, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las iglesias son otro imán: La de Agios Spryridon, patrón de la isla, sobresale por la cúpula roja del campanario. La de la Virgen Antivouniotissa, del siglo XV, convertida en Museo Bizantino contiene una notable colección de iconos.

Hacia el sur, destaca el Monasterio de Panagia Vlakherne, del siglo XVI, sobre un islote unido a la tierra. En dirección norte, Kassiopi es un antiguo pueblo de pescadores que ha devenido un atractivo destino vacacional, con pintorescas calles y las ruinas del castillo coronándolo.

Si el norte de la isla es montañoso y la zona central de suaves colinas, al llegar al sur se extiende una fértil planicie. Los campos de olivos son indisociables a Corfú, un árbol que se cuenta a miles y se asoma hasta sus calas de ensueño. El mirador natural de Paleiokastritsa ofrece una espectacular panorámica de toda la franja costera, y del punto donde se une el mar Jónico con el Adriático.