Pequeños hoteles con encanto en CUMBRIA

Para quien desee recrearse con el paisaje, el condado histórico de Cumbria, al noroeste de Inglaterra, es un destino preferente. Los dos centenares de colinas que dibujan el perfil de Lake District, sus valles y ríos, hacen de la zona un lugar idílico para el paseo y las excursiones.

El muro de Adriano, antigua frontera entre el Imperio romano y las tribus del norte de la actual Gran Bretaña, traza un recorrido de más de 100 km que invita al senderismo. Desde el golfo de Solway hasta el estuario de Tyne, los restos de esta magna obra militar ofrecen panorámicas inolvidables. En las relajantes láminas de agua de los lagos Windermere y Ullswater podrás practicar deportes náuticos.

Para los aficionados al avistamiento de pájaros, en St. Bees Head se encuentra la mayor colonia de aves marinas de la costa oeste de Inglaterra. Predominantemente rural, sus pequeñas ciudades deparan sorpresas. Como Keswich, donde se fundó a mediados del siglo XIX la primera fábrica de lápices del mundo. Hoy cuenta con un museo dedicado a este útil objeto.

No te marches de Cumbria sin haber saboreado el Kendal Mint Cake, un dulce de azúcar con sabor a menta recubierto de chocolate. Se inventó en la población de Kendal a mediados del siglo XIX, donde todavía se fabrica. Clasicismo inglés con pedigrí preside la hotelería de la zona, que incluye mansiones victorianas.