Pequeños hoteles con encanto en REPÚBLICA CHECA

Si hubiera que escoger un edificio que evoque el espíritu y esplendor de este país situado en el corazón de Europa, ese sería el castillo. Empezando por el de la capital Praga, una imponente fortaleza originaria del siglo IX, que incluye palacios y callejuelas como el Callejón del Oro, donde vivió el genial escritor Franz Kafka.

Son muchos los castillos remarcables. Como el de Karlštejn, que salvaguarda las joyas de coronación checas, o el castillo y palacio de Český Krumlov, con un teatro barroco y auditorio giratorio en sus jardines. El recorrido por esa ciudad joya que es Praga puede iniciarse cruzando el fascinante puente de Carlos, festoneado por estatuas y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

No te pierdas su plato más típico, el goulash como emblema de una sabrosa gastronomía. Las cervezas checas también son legendarias. El Festival internacional que se celebra en České Budějovice es una buena ocasión para conocerlas.

La región de Bohemia resuena por su fabuloso cristal tallado, pero también por los orígenes históricos del país en el siglo IX. En Moravia, además de Brno, adéntrate en las cuevas kársticas de la región con paisajes subterráneos fantásticos. Abrazada por bosques, Karlovy Vary es una ciudad balneario histórica con benéficas aguas termales. Considerada una de las ciudades medievales más bellas de Europa, Cesky Krumlov es de visita obligada.