Pequeños hoteles con encanto en RUMANÍA

Al sureste de Europa, Rumanía es un país para transitar por paisajes sublimes y tan diversos como la cadena montañosa de los Cárpatos o la desembocadura del rio Danubio. La espectacular carretera Transfagarasan, trazada por infinitos meandros, cruza los Cárpatos sumida en un paisaje de alta montaña y lagos prístinos. El Delta del Danubio, plagado de cañaverales, desemboca en el mar Negro, gozando de alta protección como Patrimonio de la Humanidad.

Los bosques de Transilvania son otro regalo de la naturaleza. Una región asociada a la leyenda del conde Drácula y al castillo de Bran. Como ciudad emblema de la zona, Brasov ostenta un encantador y colorista casco antiguo medieval.

El patrimonio arquitectónico y natural se extiende también a las montañas de Sinaia. Destacan su castillo de estilo romántico y el monasterio con magníficos frescos neobizantinos del siglo XVII. La Rumanía más rural atrapa, con pueblos como Zarnesti donde parece haberse detenido el tiempo. O aldeas de herencia sajona como Viscri. Gracias a su salida al mar Negro, Rumanía ofrece una línea de costa con playas magníficas en localidades como Constanza o Mamaia.

Bucarest, la capital de Rumanía, es una ciudad que sorprende por esa mezcolanza entre la lujosa arquitectura del periodo floreciente de finales siglo XIX y principios del XX, y el legado de la época comunista.