Pequeños hoteles con encanto en NORMANDÍA

Seguramente el lugar más famoso de esta región al norte de Francia sea Mont Saint Michel. Su espectacular abadía y recinto medieval amurallado en unas horas se convierte en isla, rodeada de agua por efecto de las mareas del Atlántico. Pero hay mucho más. De belleza salvaje, la costa de Alabastro ofrece espectaculares acantilados de piedra blanca, como los de Étretat. En más de cien kilómetros de costa, una de las perlas es el pueblo Veules-les-Roses: destino vacacional desde finales de XIX, que ya frecuentaba el escritor Victor Hugo.

La capital de Normandía, Ruan, es otra población singular. Su casco antiguo con fachadas de casas entramadas en madera resulta delicioso.

A lo largo del rio Sena, cautivan las antiguas abadías medievales benedictinas como Jumièges y Saint-Georges. Es esta tierra de artistas. La belleza de Honfleur sedujo a los pintores impresionistas. Su antiguo puerto en el estuario del Sena, la iglesia de madera de Santa Catarina del siglo XV construida totalmente con madera, o el centro histórico son una maravilla.

La ruta del impresionismo pasa por la casa de Monet en Giverny, la catedral de Ruan que el pintor inmortalizó o el museo Malraux en El Havre. La historia del siglo XX tiene en las playas del desembarco de Normandía otro hito. Casas de campo y espectaculares mansiones alojan hoteles con mucho encanto.