Pequeños hoteles con encanto en BUCAREST

La capital de Rumanía se despliega única con una mezcla de esplendorosa arquitectura, fruto de un periodo floreciente a finales siglo XIX y principios del XX, y el legado de la época comunista. El Palacio del Parlamento de Rumanía está considerado el edificio civil de mayores dimensiones del mundo, construido bajo el mandato megalómano de Nicolae Ceacescu. El Boulervardul Unirii o la Plaza de la Revolución fueron otros de los símbolos del poder comunista.

Al mismo tiempo, la arquitectura neoclásica de la exclusiva avenida de la Victoria (Calea Victoriei), con origen en el siglo XVII, le valió a la ciudad ser tildada como “la pequeña París”.

Para captar la vitalidad cotidiana de Bucarest nada mejor que pasear por su centro histórico, con animadas terrazas y comercios. Las iglesias de culto ortodoxo son uno de sus tesoros, como la iglesia de Sfantul Anton y el Monasterio de Stavrolopeos. Sobre una colina se alzan la Catedral Ortodoxa, la más importante de Rumanía, y el Palacio del Patriarcado, residencia de la máxima autoridad eclesiástica del país.

Bucarest es de esas ciudades que sorprenden con cada nuevo descubrimiento. No te pierdas el Ateneo Rumano de estilo neoclásico. O el Museo Nacional de Arte de Rumanía, instalado en el Palacio Real de Bucarest, para conocer el arte rumano medieval y moderno.